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Cómo la musicoterapia puede ayudar a nuestros mayores

Cómo la musicoterapia puede ayudar a nuestros mayores

Ciertos sonidos, una música determinada o unos juegos con la música como protagonista pueden ayudar sobremanera a producir un efecto positivo en nuestra alma y por ende, en nuestro estado mental y físico. La tristeza o la apatía pueden dar lugar a la alegría, la tranquilidad o el relax gracias al innegable poder de la música. Esto es lo que pretende (y consigue) la musicoterapia. Una terapia que aplicada a nuestros mayores consigue positivos efectos en su forma de estar, pensar y vivir.
 
La musicoterapia aporta beneficios cognitivos, físicos, socio-emocionales y espirituales a la gente mayor. Ponerlos en valor ayudará a mejorar la calidad de vida de éstos y ayudarles a afrontar mejor tanto su realidad como los diferentes retos que se les presentan en el día. La musicoterapia utiliza el ritmo, la melodía, la armonía, el sonido y el timbre de la música para conseguir en nuestros mayores diferentes beneficios cognitivos, físicos, sociales, emocionales y espirituales que cabe la pena conocer.
 
Beneficios musicoterapia en personas mayores
 
Por ejemplo, ayuda a mejorar las habilidades verbales, aspecto que durante la vejez y dado la degeneración neurogenerativa acaba fallando en muchas personas. Por ejemplo, a través de diferentes actividades rítmicas se ayuda a la inteligibilidad del lenguaje. También estimula la memoria a diversos niveles ayudando a evocar recuerdos casi olvidados, así como el aprendizaje. Ayuda a mantener la atención y a conectar la persona con la realidad e incentivar la creatividad del anciano.
 
Otro de los beneficios de la musicoterapia es su valor como estímulo sensorial, también posee un poder relajante a parte disminuye la ansiedad y la angustia, activando el sistema motor y favoreciendo el equilibrio. Mejorando a su vez la coordinación de los movimientos. Y es que, gracias a pequeños ejercicios de psicomotricidad de seguir el ritmo o tocar un instrumento, la gente mayor incide en la movilidad de las articulaciones y aumenta así la fuerza muscular.
 
Pero también fomenta la participación, la interacción y la comunicación social en el grupo, mejorando con ello el estado de ánimo y la autoestima, desarrolla más las emociones y mejora por tanto la expresión verbal y no verbal. La música aporta seguridad, concentración y capacidad de atención y ayuda, cómo no, a que nuestros mayores comuniquen sus sentimientos y emociones gracias a la puesta en práctica de la musicoterapia.
 
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