Según diferentes estudios, la Enfermedad de Alzheimer (EA) afecta entre 25 y 44 millones de personas en el mundo (casi la población España). Se calcula que para el año 2050 las cifras podrían llegar a más de 115 millones de personas.
A día de hoy siguen sin conocerse sus causas, su tratamiento es mayoritariamente paliativo y aunque existen muchos tratamientos en fases preliminares de estudio, los mayores avances de los últimos años han sido principalmente referentes al diagnóstico temprano.
Con este panorama no es raro encontrar numerosos estudios que van revelando importantes detalles que se pierden en la avalancha de noticias que nos llegan sobre esta enfermedad. A continuación vamos a comentar algunos de estos hallazgos.
- El olfato puede predecir el riego de padecer Alzheimer
Al menos dos estudios han detectado que las personas que no pueden identificar ciertos olores son más propensas a padecer deterioro cognitivo. Esto podría ser debido a la destrucción de células relacionadas con el sentido del olfato en las primeras fases de la enfermedad.
- El juego puede retrasar la aparición de la EA
Un estudio del Centro de Evaluación Geriátrica de Maine mostró que las personas de mediana edad que juegan con frecuencia (ya sea a las cartas, los crucigramas, ajedrez, etc.) tenían cerebros de mayor tamaño que aquellos que no suelen practicar ningún juego. En concreto algunas de las áreas que suele dañar la EA, por lo que esto podría retrasar, o incluso evitar, el deterioro.
- La EA es una de las principales causas de muerte en España
Según el Instituto Nacional de Estadística, las enfermedades del sistema nervioso, incluida la EA, son la cuarta causa de muerte en España tras las enfermedades del sistema circulatorio, los tumores y las enfermedades del sistema respiratorio. En cuanto al Alzheimer en concreto, actualmente es la séptima causa de defunción (con más de 12 mil personas fallecidas en 2013).
- Los cambios en el estilo de vida de personas mayores pueden mejorar la resistencia al deterioro cognitivo
Ensayos clínicos en Finlandia y EE.UU con personas entre 60 y 77 años mostraron que aquellas personas que recibieron formación en cambios de hábitos de estilo de vida, que incluía orientaciones sobre alimentación, ejercicio, entrenamiento cognitivo, mejora de las relaciones sociales y entrenamiento cognitivo; tras dos años respondían mejor a pruebas de memoria y razonamiento. Esos factores concretos se han mostrado protectores frente a la EA.
- La hipertensión en mayores podría protegerles frente a las demencias
Siempre hemos oído que la hipertensión es un asesino en serie de nuestra salud, lo cual es innegable durante gran parte de nuestra vida, sin embargo un estudio de la Universidad de California muestra que a partir de la novena década de vida esto no tiene porqué ser así. Según este estudio las personas que desarrollaron hipertensión a partir de los 90 años presentaban un 55% de riesgo de demencia que aquellos que no la padecían. No obstante en la actualidad no se sabe cómo aprovechar la hipertensión y mucho menos en personas mayores.
- El ejercicio físico puede proteger frente a la EA
Con frecuencia se habla de los beneficios que el ejercicio físico tiene sobre el sistema circulatorio, no obstante un estudio de la prestigiosa Clínica Mayo de Nueva York, sugiere que este también puede proteger frente a las demencias. Así, las personas con deterioro cognitivo leve (precursor en muchos casos de la demencia) presentaban una incidencia menor de EA al igual que aquellas personas sin la enfermedad.
Resumiendo
Actualmente el número de estudios sobre la EA es enorme, poco a poco van apareciendo nuevos datos que nos ayudan a comprender mejor cómo aparece y actúa, lo cual es condición necesaria para poder descubrir algún día sus causas y tratamientos que la hagan remitir.