Cualquier tratamiento o terapia en personas con TEA debe tener como objetivo lograr la mayor autonomía posible y la máxima integración en la sociedad. Aunque la intervención terapéutica se debe acoplar a las particularidades de cada persona con TEA, así como el entorno familiar y social. Los últimos avances en valoración y tratamiento de personas con TEA han llegado con procedimientos específicos. Uno de ellos es el Entrenamiento en respuestas centrales o PRT (Pivotal Response Training).
El PRT es un modelo de intervención basado en los principios de ABA (siglas en inglés de Análisis Conductual Aplicado) que incentiva las conductas positivas y disuade las negativas con el fin de optimizar diferentes destrezas. Este tipo de método pretende crear nuevas conductas positivas, reforzar las ya existentes, disminuir aquellas que impiden el aprendizaje y enseñar nuevas destrezas. Es un método principalmente enfocado a niños.
En concreto, el Entrenamiento en respuestas centrales se utiliza para todo lo anterior y, además, sirve para enseñar lenguaje y aumentar las habilidades académicas, sociales y de comunicación. Estos objetivos los persigue mediante el enfoque en partes importantes o centrales de ciertas conductas, como puede ser la motivación para comenzar una conversación. Los cambios en las conductas se evalúan como positivos si además tienen efectos generales sobre otras conductas.
El Entrenamiento en Respuestas Centrales es dirigido por la persona con TEA, con lo que se enfoca directamente a su capacidad para poder controlar su propia conducta. Durante el PRT se utilizan estrategias motivacionales con la mayor frecuencia que se pueda. Entre otras, la variación de tareas, la recompensa de intentos, el empleo de refuerzos naturales y directos y el repaso de tareas ya dominadas para asegurar que el TEA retiene las destrezas ya adquiridas. En el intercambio PRT tiene un papel determinante el niño ya que es la que apunta las actividades y objetos que se usan. Cualquier buen intento de comunicación funcional se recompensa con el refuerzo que tenga que ver con el esfuerzo por intentar comunicarse. Por ejemplo, si intenta pedir un boli, la persona con TEA recibe el boli.
Los programas de Entrenamiento en Respuestas Centrales suelen tener una duración de unas 25 o más horas semanales. Se les recomienda a las personas del ámbito cercano a la persona con TEA a que utilice estos métodos en cada aspecto de su vida diaria. Una sesión habitual de PRT suele contener seis segmentos durante los que se trabajan habilidades lingüísticas, sociales y de juego en formatos tanto estructurados como no estructurado. Estas sesiones pueden variar para lograr metas más avanzadas y al cambio de necesidades conforme el niño se desarrolla.