El lenguaje de género es una vertiente del lenguaje que busca comunicar ideas de una manera inclusiva, descartando planteamientos sexistas donde se exponga la vulnerabilidad de mujeres y hombres por igual. El lenguaje de género tiene como principal misión erradicar el androcentrismo, con el que se otorga al varón el poder central de la narrativa, siendo él y solamente él, quien tiene la capacidad de contar una historia.
Cuando se habla de lenguaje de género, también se habla de lenguaje no sexista, inclusivo e incluyente, términos que hacen referencia directa a la necesidad de difundir la forma en que se comunican las ideas para que las personas no se sientan excluidas, y así, poder erradicar la sensación de superioridad masculina, que a lo largo de la historia se ha planteado de diferentes maneras. Diferentes estudios demuestran que inconscientemente se hace apología al sexo masculino afectando la percepción de la realidad.
El gran aporte que hace el lenguaje de género a la sociedad radica en una mejor codificación de los mensajes, a la par de lograr una transmisión de los significados culturales mucho más específica y clara. Cuando se amplía la forma en que se comunican las ideas se logra una correcta representación, generando esa sensación de ser parte de lo que se comunica, garantizando una mejor socialización entre quien emiten el mensaje y quien lo recibe.
Cómo erradicar la discriminación lingüística
Con el lenguaje de género se logra, entre otras cosas, borrar cualquier rastro de discriminación basado en el sexo biológico de cada persona, sobre todo cuando se abordan los títulos de tratamiento, que hacen referencia a la forma en que se emplean pronombres o adjetivos. Tanto hombres como mujeres deben ser mencionados con la misma intención. De esta manera cuando un hombre es mencionado con profesión, nombre y apellido, de igual forma se debe realizar con las mujeres, ya que se estaría garantizando un equilibrio en el tratamiento.
Igual sucede con el tratamiento de Señor, Señorita o Señora, que son utilizados con abreviaciones antes del nombre de cada persona. Se recomienda desestimar el uso de ‘Srta.’ para hacer mencionar a una mujer, ya que no es necesario hacer una referencia explícita a su estado civil ni condición. El lenguaje de género trabaja en función de erradicar estos vicios que han sido heredados por las sociedades a lo largo de la historia y que hoy en día son más determinantes que nunca.
Estrategias del lenguaje de género
Para que el lenguaje de género sea exitoso, es primordial aplicar estrategias que sean realmente efectivas y flexibles cuando la acción comunicativa lo requiera. Esto hace énfasis en los casos en los que se debe emplear el desdoblamiento de género, cuando sea necesario señalar que tanto hombres como mujeres reciben un llamado de acción; lo recomendable es no abusar de este recurso. También existe la alternativa tipográfica donde el uso de paréntesis o barra seguidos de la terminación de género, amplía la identidad de la persona mencionada.
Estos recursos del lenguaje de género deben ser utilizados de forma moderada para facilitar la lectura. Es necesario respetar la identidad de cada persona a la hora de mencionarla, según sea su preferencia. Lo ideal es borrar las barreras que den una connotación masculina o femenina de forma innecesaria. La mejor manera de abordar esta problemática, es a través de capacitaciones como el Curso de Uso del Lenguaje de Género, que hemos diseñado para ti en el Instituto Superior de Estudios Sociales y Sociosanitarios.