Porque nuestros mayores han estado siempre ahí. Ellos vivieron décadas muy duras, sacaron adelante a sus hijos y, en tiempos de crisis, también a sus nietos. Ellos han sido sostén familiar, cuidadores y consejeros. Son cuestiones que la Covid-19 nos ha recordado de la peor manera posible: obligándonos en muchos casos a decirles adiós de manera prematura y sin haberles reconocido su mérito.
La vida da continuamente lecciones, y la Covid-19 está dando una que no se puede ni se debe olvidar: nuestros mayores siguen siendo importantes y es necesario cuidarlos más que nunca y prestarles la atención que se merecen. Porque a pesar de las dificultades, ellos son nuestros mejores maestros.
Con la sabiduría que solo pueden dar los años y la experiencia, la valentía y responsabilidad con la que los mayores se han enfrentado a la pandemia ha sido un ejemplo para generaciones más jóvenes. Ellos nos han enseñado que se puede sobrevivir a la soledad y al miedo, que siempre hay que tener una palabra de agradecimiento a quien ayuda y que incluso en las circunstancias más difíciles es posible sacar fuerzas de donde no las hay.
Así, la Covid-19 nos ha devuelto la perspectiva perdida y nos ha hecho abrir los ojos para volver a ver a una generación que se había vuelto casi invisible. Una generación que, sin embargo, sentó las bases de la sociedad que hoy tenemos y, a pesar de ese “olvido” a la que ha estado sometida, ha sabido mantener unos fueres valores de generosidad, respeto y convivencia. De ahí la importancia de cuidar a nuestros mayores como se merecen.
Devolverles solo una parte de lo que nos han dado
Pero igual que la Covid-19 nos ha hecho ver de nuevo ese papel imprescindible que han tenido nuestros mayores, también ha sacado a la luz las carencias en su atención. Carencias que en tiempos de pandemia han sufrido como nadie a todos los niveles asistenciales.
Los mayores requieren de una atención específica y altamente cualificada, no solo aquellos que son dependientes, también quienes no lo son. Ofrecerles la posibilidad de disfrutar de un envejecimiento saludable incluso en tiempos de Covid-19 es esencial, como lo es atención psicológica o los cuidados especializados en el caso de ancianos con algún tipo de discapacidad motora, sensorial o psíquica.
Cubrir esas carencias que la Covid-19 ha puesto de manifiesto de una manera casi dramática y proporcionar a los mayores la mejor atención es una forma de devolverles solo una pequeña parte de lo que ellos han aportado a lo largo de sus vidas. Nunca será tarde para hacerlo.
Por otra parte, para quienes valoran el papel de los mayores y saben la importancia que tiene que disfruten de la mejor atención en la última etapa de sus vidas, especializarse en su cuidado es más que una buena salida laboral. Es una magnífica forma de seguir aprendiendo de la vida y de la experiencia de quienes más saben, y es también una forma de desarrollarse a nivel personal.
Si esos son tus objetivos, el Instituto Superior de Estudios Sociales y Sociosanitarios pone a tu disposición un amplio catálogo formativo para que puedas elegir el ámbito en el que deseas desarrollarte como persona y como profesional. Nuestros mayores necesitan la mejor atención y tú puedes proporcionársela.