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Habilidades imprescindibles de un trabajador social

Habilidades imprescindibles de un trabajador social

Los trabajadores sociales tienen un rol muy importante en cierto sector de la población. Entre sus objetivos principales está prestar la ayuda necesaria para que personas con problemas de cualquier tipo; que los coloque en una situación de vulnerabilidad social, puedan integrarse a su familia y comunidad progresivamente. Como futuro trabajador social necesitas poseer ciertas habilidades, veamos cuáles.
 
 
¿Qué hace un trabajador social?
Un trabajador social acompaña y asesora a quienes por determinado problema no logran adaptarse o reintegrarse a la sociedad. En la mayoría de los casos el inconveniente comienza en casa: problemas emocionales, dificultades físicas o mentales corrompen el núcleo familiar. Estos profesionales proporcionan las herramientas que motivan y generan estabilidad en quienes necesitan apoyo.
 
Más allá de lo que puedan aprender en las aulas de clase, una persona con vocación para ser trabajador/a social debe reunir ciertas características. La mayoría de estas habilidades que verás a continuación, hacen parte de la crianza de cada uno, pero también pueden aprenderse conforme ganamos experiencia de vida. Pueden interiorizarse como necesarias, y por tanto ponerse en practica durante sus labores.
 
 
Debes ser empáticos
Hay herramientas psicológicas que pueden usarse según cada caso que se deba tratar, pero no puedes olvidar que son personas, tan complejas como todos. Antes de pensar que cualquier herramienta aplica a cualquiera, tendrás que practicar la empatía. Ésta te ayudará a entender el verdadero sentir del afectado y “personalizar” la ayuda. Ser empáticos y actuar con profesionalismo te dará buena reputación.
 
Practicar la escucha activa
El origen de muchos problemas en la sociedad tiene que ver con la mala comunicación. Familias enteras no logran entenderse porque simplemente no se escuchan. No entienden qué les aqueja a sus parientes porque no se dan a la tarea de conocerlos realmente. Como trabajador social debes saber escuchar y poder enseñar a los demás a tener una comunicación efectiva.
 
No ser invasivo
Relacionado con el punto anterior, aunque necesites saber detalles del problema de las personas que apoyas, no debes asustarlas con demasiadas preguntas. Tienes que buscar la manera de manejar cada situación y personalidades para poder obtener la información que quieres. Quizás si te percibes como alguien muy invasivo, hagas que la persona se cohíba de hablar o actuar.
 
Capacidad de adaptación
Quizás te topes con tipos personas con las que jamás has tratado, o en entornos en los que pensaste que nunca estarías. Ninguna de estas situaciones debe limitarte en el cumplimiento de tus deberes. Lo ideal es que puedas adaptarte y ser una persona flexible. Esto sin duda generará mucha confianza, tanto en familiares como en aquellos a los que les prestas asistencia.
 
Mostrarte como una persona confiable
Hay personas con problemas sociales realmente serios. Gente que no está acostumbrada a hablar con extraños o recibir ayuda emocional. Estos casos serán los más difíciles, por lo que ser una persona confiable te ayudará a que los demás se abran contigo. Así darás más rápido con las causas del problema. En el caso de las asesorías te proporcionará los datos para ofrecer las herramientas adecuadas.
 
Saber recopilar y analizar la información importante
A lo largo de todas las visitas o entrevistas con las personas tratadas escucharás mucha información. Tienes que saber escoger aquello que realmente sea relevante para tu trabajo. Saber qué datos tienes y cómo manejarlos es parte de la tarea del trabajador social. Según la especialización que tengas, deberás ser más o menos analítico. Lo cierto es que es una habilidad que tiene que ver también con la comunicación.
 
Tratar cada caso como particular
Pueda que hayas tenido casos muy similares, pero no lo serán a cabalidad. La mayoría de los casos se diferencian en el origen o en los objetivos. En ocasiones es un error común en los trabajadores sociales al inicio de su carrera, pretender que puede ayudar a varias personas de la misma manera. Y con ello no hablamos de algunas tácticas o usar herramientas iguales, sino de sacar conclusiones similares y esperar resultados iguales.
 
Ser calmado ante situaciones poco agradables
Muchas veces, que a alguien le asignen un trabajador social para asistirlo en temas personales les genera incomodidad. Algunos no sabrán lidiar con tal situación y tendrán actitudes de rechazo. Como trabajador social no debes tomarte esto personal, y no debes perder los estribos. Mantener la calma y entender las actitudes es lo ideal. De seguro encontrarás la forma de ayudarlo y que acepte la ayuda.
 
Evitar los prejuicios
Aunque tengas ciertas formas de pensar según tu experiencia o según la educación y ejemplos que has visto en casa, debes dejar estos temas de lado. No es tu competencia prejuzgar a las personas, y menos sin saber primero sus “porqués”. Hacer prejuicios o juicios de valor limitará y perjudicará el correcto desenvolvimiento de tu trabajo. Con el pasar del tiempo verás como este punto es uno d ellos más importante en tu carrera.
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