Asimismo, hasta la fecha actual, muchos ancianos siguen en confinamiento durante la pandemia, por lo que sus problemas de salud mental están en ascenso. Esto se debe a que este grupo de personas es más propenso ante las alteraciones psicológicas, derivadas de estar encerrados durante tanto tiempo; trayendo consigo síntomas como la hipervigilancia, estados depresivos, insomnio, confusión e irritabilidad.

Cabe destacar, que los problemas en la salud mental de los ancianos acaecidos por la pandemia, también repercuten en las enfermedades crónicas de la persona. Un aspecto que debe tomarse en consideración, para evitar las descompensaciones y afecciones graves que puedan poner en riesgo la salud en general. Dado que los pacientes con demencia y trastornos del comportamiento, presentan un incremento considerable en este tipo de padecimientos.

 

 

Teniendo presentes las secuelas y los problemas en la salud mental de los ancianos por el confinamiento en pandemia, es pertinente tomar las medidas necesarias; el seguimiento especializado es fundamental para prevenir más decesos, por medio de programas que instruyan a las autoridades sanitarias y a cuidadores en los geriátricos.

Por su parte, es importante que el personal encargado de estos centros, identifique las señales de alerta y los signos de abandono en los ancianos. En pro de ayudarles a sobrellevar mejor la pandemia y les sea posible llevar a cabo las actividades del día a día sin mayor problema. Dado que muchos adultos mayores se niegan a bañarse, comer e incluso a levantarse de la cama, por el estado en el que se encuentran.

También es importante que los ancianos tienen una constante necesidad de afecto, especialmente aquellos que no cuentan con el apoyo de sus familias. Por lo cual, acompañarlos en este proceso, es de gran valor para ayudar en la salud mental de estas personas, minimizando los signos y señales de alerta.

En cuanto a los ancianos que están en confinamiento con sus familiares durante la pandemia, se les debe proporcionar los cuidados necesarios. Esto con el propósito de mejorar su bienestar emocional y salud menta, así como la calidad de vida durante esta etapa. Además, es importante retomar las salidas al exterior, tomando todas las medidas de bioseguridad, previniendo el contagio en esta población tan vulnerable.

En el caso de los familiares que tienen a sus ancianos recluidos en centros especializados por la pandemia, es preciso que establezcan un contacto constante; por medio de videollamadas o mensajes que les hagan saber a estas personas que no están solas y que pronto retomarán el contacto físico.

 

 

Independientemente de si los ancianos se encuentran en confinamiento en casa con sus familiares o en centros especializados para personas mayores, es posible ayudarlos; todo esto por medio de estrategias fáciles de llevar a cabo y que contribuirán ampliamente para fomentar un buen estado de salud mental.

Cabe señalar que para los ancianos el contacto social es de gran valor, sobre todo en el confinamiento que vivimos debido a la pandemia. En este sentido las actividades al aire libre como la jardinería y la práctica de ejercicios sencillos, son ideales para disminuir los estados depresivos y la ansiedad. Una opción bastante favorable, no solo para la salud mental sino también para su estado físico.

A su vez, las actividades como la lectura, los juegos de dominó o ajedrez, pueden resultar ventajosos para la buena salud mental de los ancianos. Ya que este tipo de recursos son excelentes para mejorar la agudeza mental del adulto mayor y permiten disminuir las preocupaciones derivadas de la pandemia.

Finalmente, el apoyo de amigos y familiares es esencial, para que los ancianos sientan que aún son parte valiosa de la sociedad; pedirles su participación en tareas puntuales, les ayudará a fomentar su autonomía y a mejorar su estado de salud mental considerablemente –algo que ya está comprobado–. Básicamente, el sentirse querido y apreciado, es fundamental para mejorar los estados de ánimo, especialmente en el confinamiento por la pandemia.