MENA es el acrónimo tomado del término menores no acompañados. Se refiere a aquellos extranjeros con menos de 18 años que llegan a España a través de los movimientos migratorios sin adultos responsables que se encarguen de ellos. Este término está en plena actualidad ya que ha copado parte de los discursos políticos recientes.
El propio acrónimo MENA levanta polémica ya que para algunas asociaciones no gubernamentales despersonaliza a estos menores. El término nace en el ámbito jurídico y se ha se ha extendido al plano cotidiano, apareciendo en las noticias y en las conversaciones diarias de mucha gente. Lo cierto es que se trata de un colectivo desprotegido y que necesita atención social.
A pesar de esto, normalmente se le atribuye una connotación negativa asociándolo con la delincuencia y con la migración ilegal. Merece la pena conocer cuál es la situación de estos menores y cuáles son los retos a la que se enfrentan para conocer esta realidad.
Los MENAS en España
Resulta interesante conocer los datos sobre los menores no acompañados en España. Como tales, en a finales de 2021, según los datos del Ministerio de Interior, en el territorio nacional se encontraban acogidos un total de 9.030 MENAS.
En total en España, a esa fecha, existían mas de 50.000 menores tutelados en una gran variedad de situaciones. Es decir, los MENAS suponían menos de la quinta parte del total.
Andalucía es la comunidad autónoma con más menores con estas características (2.507) y La Rioja la que menos (11). Algunos expertos ponen en duda la fiabilidad de esta información por diversos motivos:
– En muchas ocasiones es difícil determinar la edad exacta de los jóvenes que llegan a través de la inmigración con estas características.
– La información que proporciona el gobierno central no suele coincidir por la proporcionada por las comunidades autónomas. Por ejemplo, según la información proporcionada por la Junta de Andalucía, en 2021 ingresaron un total de 1257 menores no acompañados que se podrán sumar a los más 2500 ya existente.
– La información que proporciona el gobierno central no suele coincidir por la proporcionada por las comunidades autónomas. Por ejemplo, según la información proporcionada por la Junta de Andalucía, en 2021 ingresaron un total de 1257 menores no acompañados que se podrán sumar a los más 2500 ya existente.
La mayoría de los MENAS que llegan a España llegan desde países del Magreb, especialmente desde Marruecos y Argelia (entre el 60 % y el 75 % del total). Según datos comunicados por ACNUR la mayoría de estos niños suelen tener entre 15 y 17 años. La cifra de niñas es bastante reducida, pero se desconoce si es que son víctimas de la trata de blancas o si salen pocas desde el origen.
La situación a la que se enfrentan los MENAS
Hay que partir de que llegan a España después de una trayectoria migratoria donde son víctimas de mafias y de grupos que comercian con personas. En muchas ocasiones arriesgan su vida en medios de transporte precarios como pateras o viajando en bajos de camiones. Durante ese viaje sufren hambre y violencia hasta llegar a su destino.
Una vez llegan aquí se puede producir dos tipos de situaciones: la repatriación o el acogimiento. España cuenta con acuerdos internacionales con los países de origen para conseguir la reagrupación familiar con países como Marruecos y Argelia (con este último se ha suspendido debido a la polémica sobre el Sáhara Occidental).
Este proceso se hace siempre atendiendo al interés del menor. Teniendo en cuenta que vienen huyendo de situaciones de pobreza extrema, de la violencia y de las guerras este tipo de repatriación se da bastante poco. Por otro lado, en ocasiones es difícil conocer su procedencia exacta incluso con la ayuda de las embajadas.
Si se da la situación de acogimiento, los MENA se ven inmersos en un laberinto creado por las distintas administraciones. La descoordinación entre las comunidades autónomas (cada una con su propia regulación) y el gobierno central es más que evidente. Esto se puede comprobar con el baile de cifras comunicadas por los distintos organismos ya comentado anteriormente.
En muchas ocasiones, si no traen documentación se determina su edad mediante pruebas médicas. Esto provoca que muchos menores sean considerados como adultos sin que reciban la protección que necesitan. Por ejemplo, no reciben medidas de protección de la infancia, como que los menores no pueden ser internados en Centros de Internamientos de Extranjeros (CIE)
Hay que tener en cuenta que los menores obtienen la residencia para estar en España acogidos por los organismos tutelares. Como muchos rozan la mayoría de edad, cuando llegan a esta deben solicitar la residencia a través de tres mecanismos que son difíciles de conseguir para ellos:
Demostrar que cuentan con el 100% del IPREM (es el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples que para este 2022 supone un importe de 579,02 euros mensuales)
Demostrar que cuentan con el 100% del IPREM (es el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples que para este 2022 supone un importe de 579,02 euros mensuales)
Solicitar un permiso de residencia y trabajo por cuenta ajena.
Solicitar un permiso de residencia y trabajo por cuenta propia.
Solicitar un permiso de residencia y trabajo por cuenta propia.
Conseguir cumplir con estos requisitos es difícil ya que se encuentran con problemas de inserción como la barrera idiomática y el rechazo social general. Por eso cuando cumplen 18 años corren con el riesgo de caer en una situación irregular con todos los problemas que ello acarrea.
El trabajo de los profesionales es muy importante para atender a este colectivo tan vulnerable. Aún queda mucha labor social para atender a estos niños y ofrecerles la protección que necesitan con todas las garantías para su futuro.