Aunque todas las personas tienen las mismas necesidades básicas que necesitan ser cubiertas, lo cierto es que cada individuo tienes sus propias particularidades. Además de los cuidados físicos propiamente dichos, también se necesita proporcionar un correcto escenario emocional donde el paciente pueda reforzar sus fortalezas.
Para eso es necesario realizar lo que se conoce como planificación centrada en la persona donde el cuidador debe detectar las necesidades específicas de cada paciente. El objetivo es que los cuidados se conviertan en marco donde se produzca un desarrollo verdadero de la persona con discapacidad.
Para eso se trabajan varios puntos donde lo que se pretende es ofrecer un apoyo conductual positivo para crear bienestar emocional. Con esto se consigue un ambiente propicio donde el cuidador consigue ser un verdadero soporte y establece una relación constructiva con el paciente al que cuida.
Para eso se trabajan varios puntos donde lo que se pretende es ofrecer un apoyo conductual positivo para crear bienestar emocional. Con esto se consigue un ambiente propicio donde el cuidador consigue ser un verdadero soporte y establece una relación constructiva con el paciente al que cuida.
Vigilar la salud emocional de la persona con discapacidad será una de las claves de la planificación centrada en la persona.
Para ello se deberá hacer un riguroso análisis de los cuidados que se realizan a diario. Esto es aplicable para cualquier ámbito donde se desarrollen los cuidados ya sea el residencial, el familiar, ocupacional, socio-sanitario, etc. A partir de ahí se buscan líneas de acción donde la persona con discapacidad pueda desarrollarse.
La planificación centrada en la persona trabaja sobre la autonomía y la autodeterminación
Entre otras cosas, es necesario conocer los límites del paciente, pero también es necesario detectar aquellas áreas donde se puedan desarrollar más sus habilidades. La planificación centrada en los pacientes trata de que la persona con discapacidad sea parte activa con los autocuidados. Con esto se conseguirá aumentar la autonomía que a su vez será un gran refuerzo de la autoestima.
La planificación centrada en la persona también pretende conseguir una fácil adaptación de la persona con discapacidad a su situación. Para ello se centra en el concepto de calidad de vida que, como ya hemos dicho, se consigue desarrollando la autonomía. Se busca la implicación del paciente en actividades donde pueda hacer uso de sus capacidades y las pueda hacer crecer.
Otros de los aspectos en los que se trabaja es en la autodeterminación. Con la planificación centrada en la persona se pretende conseguir que el sujeto con discapacidad tome sus propias decisiones sobre los temas que le son de importancia. De esta manera se consigue también consigue se consigue fortalecer su voluntad para mejorar su vida.
El aislamiento social es una de las graves consecuencias que se pueden paliar con la planificación centrada en la persona. Conseguir que el paciente se relacione con otras personas es un gran logro que le será de gran ayuda. Además, los grupos de apoyo suelen ser muy beneficiosos para conseguir estabilidad emocional y aumento de la estima propia.
La planificación centrada en la persona convierte los cuidados en verdaderos instrumentos para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Conseguir trabajar las fortalezas ayuda a que el paciente sea más consciente del mundo que le rodea y de las oportunidades que aún puede aprovechar. Por eso es importante que el cuidador cuente con las capacidades para aplicar este método.
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