En la actualidad los centros de mayores cuentan con una variada plantilla de profesionales que ayudan a desarrollar lo que técnicamente se conoce como envejecimiento activo. Un grupo de médicos, asistente sociales, fisioterapeutas y animadores sociales, entre otros, se encargan de que esta etapa de la vida tenga la plenitud e importancia que merece para quienes la transitan.
Actividades artísticas, recreativas y ocupacionales contribuyen a prevenir el deterioro cognitivo o físico y también fortalecen las relaciones interpersonales de quienes asisten a los centros de mayores. Se trata de crear espacios para disfrutar del ocio y el tiempo libre, pero además, sirven para generar voluntariado y cooperación. De esta forma los mayores se sienten útiles y mantienen alta su autoestima.
Talleres de informática, alfabetización, cultura general, manualidades, artes plásticas, son algunas de las ofertas que proponen los centros de mayores que se complementan con otras que tienen más que ver con el ocio como clases de yoga, baile, dibujo, pintura, aprendizaje de algún idioma, concursos literarios, representaciones teatrales o juegos de cartas.
Y todas estas actividades suelen ir acompañadas de visitas a museos, medios de comunicación, disfrutar de buenas películas. Además resultan de vital importancia en los centros de mayores las conferencias sobre las problemáticas de la tercera edad como prevención de enfermedades (parkinson o alzheimer), nutrición adecuada y actividad física.
Estas instituciones poseen también talleres de cocina y promueven las celebraciones de diferentes fiestas (cumpleaños, carnavales, ferias, etc.). Y en la actualidad los centros de mayores tampoco son ajenos a las nuevas tecnologías por lo que ya es normal usar la informática como una herramienta que ayuda mantener fresca la memoria y la mente.
Otras de las actividades muy requeridas por quienes asisten a centros de mayores son las que se hacen al aire libre como viajes, excursiones, juegos de petanca, gimnasia, senderismo o las tareas destinadas a cuidar una huerta. Por supuesto que cada actividad está enfocada según el estado de salud de cada persona. También hay talleres de musicoterapia para aprender técnicas de relajación.
Si tenemos en cuenta que en los países desarrollados como es el caso de España las expectativas de vida son cada vez más amplias y que hasta no hace muchos años casi no existían las actividades de ocio y culturales para la tercera edad, es una buena noticia que hoy los mayores tengan las mismas opciones que se ofrecen para los otros segmentos de la sociedad.
Es importante saber que todos tenemos derecho a una vejez productiva y sana. Y que ello sea así dependerá de la seriedad con que, tanto los gobiernos como las instituciones privadas, gestionen esta realidad.