A medida que las personas envejecen pueden ir acusando una creciente falta de autoestima a causa de la pérdida progresiva de autonomía y autoconfianza. Sin embargo, sentirse a gusto consigo mismo facilita y mejora las relaciones familiares y sociales, además de permitir disfrutar de una vejez con una calidad de vida adecuada.
La autoestima es el aprecio o consideración que uno tiene de sí mismo, y determina el modo en el que cada uno se desenvuelve personalmente y en su entorno. Sin embargo, con la llegada de la vejez, muchas personas se ven abocadas a una falta de la misma a causa de la sensación de soledad, dependencia, abandono o por no llegar a adaptarse a su nuevo entorno, en los casos de las personas que acaban residiendo en centros para mayores.
Las personas con una alta autoestima consiguen enfrentarse con mayor determinación a los nuevos retos o dificultades que les plantea la vida, mientras que aquellos que no gozan de una buena autoestima tienden a autolimitarse y fracasar y, por consiguiente, continuar con un nivel bajo de confianza en sí mismos.
Por estos motivos, es importante promover la autoestima entre las personas mayores y ayudarles a conseguir autoconfianza y satisfacción consigo mismos. De esta manera, podrán disfrutar de una vejez plena, mejorar sus relaciones familiares y sociales y adaptarse de una manera más rápida y eficaz a los retos o cambios que puedan surgir.
¿Cómo impulsar la autoestima entre las personas mayores?
- Potenciar la autonomía: Es importante que las personas mayores continúen haciendo sin ayuda el máximo de tareas posibles que sean capaces de realizar. Los familiares tienden a acabar prestando más ayuda de la que necesitan, por lo que acaban acomodándose y sintiéndose más dependientes de lo que son en realidad. Además, la confianza y autoestima se verá reforzada si las personas mayores se sienten útiles y pueden ayudar a sus familiares de diferentes maneras.
- Aceptar limitaciones: De la misma manera que es importante que las personas mayores continúen haciendo todo lo que puedan hacer, también lo es que lleguen a conocer y aceptar sus limitaciones. Fijando metas realistas y siendo conscientes de los límites de cada uno, se conseguirán los objetivos y crecerá la motivación y la confianza en sí mismo.
- Compartir los éxitos: Cualquier cosa que refuerce la visión positiva de las personas mayores o cualquier logro que puedan conseguir será importante para ellos, por tanto, también lo será sentir cerca a sus seres queridos en esos momentos. De esta manera, ellos se verán motivados a continuar fijándose metas que cumplir y con ganas de compartirlas con sus familiares y amigos.
- No perder la toma de decisión: Las personas mayores han de seguir pudiendo tener voz en todos aquellos factores que puedan afectarles o por los que se vean influidos. Los familiares, amigos y la sociedad en general deben seguir teniendo en cuenta las opiniones y decisiones que tomen las personas mayores, y por supuesto, no menospreciar su visión de las cosas.
- Salir de casa: Una de las principales rutinas que debe seguir una persona mayor es salir de casa todos los días. Muchas personas se quedan metidas en casa y esto lleva al abandono de sí mismo y a la pérdida acelerada de facultades, tanto físicas como mentales. Por ello, para sentirse bien con uno mismo, es imprescindible que las personas mayores salgan de casa y se relacionen.
- Tener intimidad: Aunque vivan con los familiares o en un centro de mayores, es importante mantener cierta privacidad y sobretodo, disfrutar de tiempo y espacio para uno mismo.