Nos hemos habituado al estrés, esta es ya una realidad. Pero haberlo hecho no quiere decir que no debamos prestarle atención. Y es que desde que los niños son pequeños saben lo que significa el estrés debido al colegio y las numerosas clases extraescolares, y de repaso, que les agobian. En la vida adulta, la responsabilidad, exigencias y trabajo es ya demasiado. Pero ¿cuáles son las consecuencias del estrés?

Muchas personas creen que esta tensión física y emocional no perjudica. De hecho, algunas consideran que una dosis de estrés diario les beneficia, ya que les permite estar más alerta y activos. Sin embargo, en ISES Instituto tenemos un programa específico para todas las personas que necesiten una mejor gestión del estrés. Puesto que, sostenido en el tiempo, las consecuencias del estrés son numerosas.

 

Descansar bien es sumamente importante y algo que no debemos nunca dejar de lado. Pero, aunque puntualmente durmamos menos de lo habitual, una de las consecuencias del estrés es que el sueño se ve alterado. Es frecuente que a pesar de haber dormido las 7 horas de rigor, una persona se levante como si le hubiese pasado un camión por encima. Esto se debe a que el estrés impide una relajación completa.

Cuando no dormimos bien, los días se vuelven grises. Estamos enfadados, tristes, somos menos productivos y tendemos a cometer errores con una mayor facilidad. Al final, nos encontramos con una sensación de cabreo constante que se puede remediar con una buena dosis de descanso. Pero, para eso, hay que alejar el estrés. Uno de los mayores males de nuestro tiempo que parecemos abrazar a diario.

 

Esta es una de las consecuencias del estrés de la que no se suele hablar, pero es que esta situación de tensión mantenida durante un largo periodo de tiempo puede hacer que una persona rechace eventos sociales o salga mucho menos de su casa. Los motivos son varios: la tristeza que siente, la falta de motivación, la irritabilidad que hace que esté siempre enfadada con todo el mundo, entre otros.

Esto puede ser un problema, ya que si una persona es feliz saliendo y teniendo una vida social bastante activa, si esto cambia a causa del estrés puede terminar encerrándose en sí misma y empezar a sentirse triste y depresiva. De hecho, es importante atajar esta segunda de las consecuencias del estrés cuanto antes, porque puede fácilmente derivar en una depresión si no se trata con el tiempo suficiente.

 

Otra de las consecuencias del estrés es que puede convertirse en un problema de ansiedad. Si bien el estrés genera un estado de alerta que nos pone nerviosos y nos hace sentirnos muy activos, la ansiedad puede terminar paralizando a una persona. Además, los síntomas pueden ser muy diferentes: desde un agarrotamiento en la garganta (lo que se conoce como bolo histérico) hasta una sensación de fatiga atroz.

Asimismo, hay personas que mencionan otros síntomas como una sensación de pesadez en el cuerpo que les dificulta caminar, creer que algo terrible les va a pasar (como un infarto debido a que el corazón bombea demasiado deprisa), sufrir dolores de cabeza o despersonalización. Todo esto puede, también, derivar en un aislamiento social y es que el estrés ha desembocado en una ansiedad que afecta a la vida diaria.

 

Una de las últimas consecuencias del estrés tiene que ver con la comida. Dependiendo de cada persona, pueden darse situaciones en las que la ingesta sea mayor de la necesaria o menor. Además, estos problemas con la alimentación también se acompañan de menos actividad física, por lo que esto repercutirá, con el tiempo, al estado de ánimo. Como podemos ver, hay muchas consecuencias del estrés.

Pero, además de todas las mencionadas, no perdemos de vista otras como los malestares estomacales, cambios en el deseo sexual (frecuentemente la libido es más baja de lo normal), inquietud y sensación de sentirse abrumado, arrebatos de ira, etc. Para evitar todo eso, el Curso Técnicas de Relajación para el Control del Estrés de ISES Instituto puede ser un excelente aliado. Y es que cuanto antes se gestione, mejor.