El sexismo, como se indica en la segunda acepción de la 22. ª ed. del DLE (2001), consiste en la discriminación de personas de un sexo por considerarlo inferior a otro. Predomina en aquel discurso en el que se oculta o discrimina a alguno de los sexos.
En el español disponemos de recursos morfosintácticos y léxico-semánticos compatibles con las normas gramaticales para evitar el sexismo en el lenguaje. Es decir que, sin contravenir las reglas gramaticales, incluso sin oscurecer el lenguaje, podemos trabajar a favor de la igualdad de sexos y combatir la discriminación.
Objetivo:
Redactar documentos administrativos y profesionales con un lenguaje respetuoso, que evite cualquier discriminación por razón de sexo.
Con el fin de evitar el sexismo en el lenguaje las soluciones más adecuadas serán siempre alternativas neutrales, que no violenten los usos gramaticales.