Mucho se habla en los discursos políticos y en la sociedad en general de la necesidad de establecer una comunicación equitativa y un lenguaje inclusivo que garantice la plena participación e implicación de todas las personas, independientemente de su género. No obstante, aún queda un largo camino por recorrer y en este aspecto, gran responsabilidad cobra la comunicación inclusiva en el entorno laboral.
Al igual que se trabaja por crear un entorno empresarial seguro en todos los sentidos, los directivos de las empresas deben preocuparse por crear un entorno digital seguro para hombres y mujeres, en el que se fomenten técnicas de diversidad, equidad y participación. Y es que una comunicación inclusiva en el entorno laboral supone crear y compartir información de manera accesible y comprensible para todos.
Desarrollo de una formación específica
Es tarea de los responsables empresariales y de los propios trabajadores invertir parte de tiempo y dinero en un curso especializado en comunicación inclusiva en el entorno laboral. Así se logrará abrir un espacio de reflexión sobre las consecuencias que tiene la utilización de un lenguaje excluyente y discriminatorio para las mujeres.
ISES Formación aboga por un curso en comunicación inclusiva en pro de la igualdad en el ámbito empresarial. Para ello, se aportan todos los instrumentos y herramientas necesarios que ayuden a sensibilizar sobre la necesidad de un cambio en el uso del lenguaje, avanzando hacia una sociedad igualitaria e integradora.
También se trabaja por identificar estereotipos sexistas y discriminatorios en el tratamiento del lenguaje y de las imágenes, analizando la importancia de un lenguaje no sexista en los diferentes ámbitos de socialización y de interiorizar un lenguaje inclusivo.
Ventajas de la formación en comunicación inclusiva en el entorno laboral
Estudiar un curso de comunicación inclusiva en el entorno laboral ayuda a fomentar la diversidad, ya que las empresas con empleados y clientes diversos deben adaptar su comunicación para que todos los miembros se sintiesen parte activa de la comunidad.
También se mejorará la moral y el compromiso, respetando los valores de todos y aumentando el grado de satisfacción y de vinculación con la marca. De esta forma, se generará mayor confianza y lealtad por parte de los clientes y stakeholders.
La promoción de la innovación estará garantizada, pues se estimularán la creatividad y la innovación en diferentes perspectivas, pero sin descuidar bajo ningún concepto la existencia de la comunicación inclusiva en el entorno laboral.
Apostar por una comunicación inclusiva en el entorno laboral no solamente mejorará el clima laboral y todas las personas se sentirán valoradas y respetadas, sino que se conseguirá llegar a una audiencia más amplia, de diferentes culturas, edades y capacidades. Además, las empresas inclusivas resultan más atractivas para la retención de talentos de forma efectiva.
Desafíos de la comunicación inclusiva en el ámbito laboral
Si bien es cierto, pese a toda la trayectoria andada, la comunicación inclusiva en el entorno laboral precisa de importantes cambios. Se denota una falta de conciencia y una resistencia al cambio muy importante dentro de las propias organizaciones, así como barreras lingüísticas y culturales en entornos globalizados donde la comunicación inclusiva debe estar capacitada para superar barreras idiomáticas y culturales.
Un curso en comunicación inclusiva en el entorno laboral beneficiará a que la empresa gane reputación desde el interior hacia el exterior, favoreciendo la diversidad y la inclusión en otras empresas. Para ello, resulta esencial educar a los empleados con cursos y prácticas comunes en las que interioricen el concepto de la inclusión, trabajando porque todo el conjunto empresarial fuese de la mano hacia el mismo objetivo.
De ahí la importancia de poner en práctica programas de sensibilización y capacitación, evitando estereotipos de género y seleccionando para ello imágenes y ejemplos que muestren precisamente dicha diversidad.
En otro orden, resulta muy importante asegurarse de que las comunicaciones fuesen accesibles para personas con discapacidades visuales, auditivas o cognitivas, dando una imagen de empatía en este sentido, por lo que se tratará de una comunicación inclusiva en el entorno laboral en todos los aspectos. De ahí la necesidad de mantener una escucha activa y retroalimentación, debatiendo las ideas propuestas en pro de soluciones más óptimas.
En resumen, la comunicación inclusiva en el entorno laboral no puede ser considerada como un aspecto de futuro, sino como un requisito para que las empresas prosperen en un mundo diverso y conectado.